Paula Prieto: la canción que no necesita escenario

Paula Prieto: la canción que no necesita escenario

La escena estaba completamente en silencio. Quince personas sentadas, contenidas, respirando apenas. Paula Prieto tenía una guitarra en las manos y una verdad entre los labios. No hubo redes sociales, ni luces brillantes, ni filtros de por medio. Solo una sesión íntima en CasaWork, el hogar de Nación Independiente, donde a veces la música decide hablar bajito para que todos escuchen.

Ese instante fue más que un show. Fue una revelación: Paula Prieto no necesita nada más que una silla, una guitarra y una vida entera de emociones bien contadas. Y eso—en estos tiempos de estímulos y métricas—es revolucionario.

Un viaje que no se puede fingir

Nacida en California, con raíces profundas en Buenos Aires, Paula ha ido construyendo una carrera como quien arma una casa de verdad: ladrillo a ladrillo, sin apurarse. Desde el lanzamiento de su EP Balcones en 2017, hasta su celebrado Esto es para mí (2022), su música ha sido un refugio para quienes no se sienten parte del ruido, pero tampoco quieren callar. Su sonido, que flota entre el folk sureño, el pop alternativo y la crudeza del rock platense, tiene algo que se pierde en las playlists algorítmicas: verdad.

En Lollapalooza Argentina, uno de sus grandes hitos, no fue la euforia lo que marcó el momento, sino la certeza de estar justo donde tenía que estar. “Cuando estoy dudando, pasa algo así… Entonces digo ‘Ah, ok, era por acá’”, comentó en una entrevista. Ese “por acá” la llevó a abrir shows de Bratty en EE.UU., a telonear a Ed Maverick, a presentarse en SXSW 2025 y, más importante aún, a seguir creyendo en el valor de hacer canciones sin disfraz.

La artista que viaja, no se distrae

Si hay algo que distingue a Paula es su capacidad para moverse sin perder el centro. Viaja, se conecta, conoce gente, cambia de escenario… pero jamás de propósito. En una industria que muchas veces premia la aceleración por sobre la evolución, ella eligió la segunda. “Cada vez más cerca de lo que es, y más lejos de lo que debería ser”, escribió Rolling Stone en Español. Y no podrían haberlo dicho mejor.

No se trata solo de talento—que lo tiene de sobra—sino de una obsesión casi espiritual por seguir siendo fiel a lo que la trajo hasta acá. En una época donde el número de seguidores suele pesar más que una buena letra, Paula Prieto es una anomalía hermosa.

Cuando la música es suficiente

Hace unas semanas, Paula volvió a marcar un momento con su visita a Nación Independiente. Después de su presentación íntima en CasaWork, grabamos con ella el penúltimo capítulo de la segunda temporada de Acordes Emergentes, nuestro espacio de conversaciones con artistas que entienden la música como un territorio emocional. El episodio ya está disponible en nuestro sitio, en Spotify y en la señal online de Radio Nación Independiente todos los días a las 14:00 hrs.

Ahí, entre acordes y reflexiones, volvió a quedar claro que Paula no está en esto por la fama ni los focos. Está porque no puede no estar. Porque componer, interpretar, decir lo que siente con una guitarra en mano, es su forma más honesta de estar viva.

Un ejemplo del éxito real

No lo decimos solo nosotros. Billboard ha revisado su trabajo con lupa y ha destacado la dirección que está tomando con su próximo LP, Temporal. IndieHoy la nombró como una de las voces más sensibles del nuevo indie latinoamericano. Y el público, ese que no necesita algoritmos para reconocer lo auténtico, la sigue con una devoción silenciosa pero poderosa.

Paula Prieto es un claro ejemplo de éxito en esta industria, no por números, sino por consistencia. Porque no se distrae. Porque su dedicación no se quiebra con likes ni reels. Porque lo suyo no es imagen, sino canción.

 

 

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